Esta es una de las pocas fotografías que pudimos obtener del SEÑOR TRAPALAXIO. Nuestro adorado jefe. Mentor de la manipulación mental, que ha trascendido las fronteras del tiempo y el espacio.
Nosotros, fieles a sus caprichos entregamos más de 17 horas diarias de trabajo, que cualquiera podría decir que nos explota, pero lo que hacemos es dedicarle con devoción, nuestras actividades diarias para recibir su bendición y benevolencia, esta última pocas veces expresada.
A veces, debemos aprender sus mandamientos con suma crueldad. Cada uno de nosotros ha debido practicar la renuncia y la concupiscencia, sin más resultado que unas cuantas monedas por nuestra labor. Pero no es el oro el que brilla sino las buenas intensiones del creyente las que nadan en sus ríos de abundancia. Por hoy y por siempre y porque siempre es hoy: ¡TRAPALAXIO VIVE!
